Magí Garcías regala una noche mágica en Can Prunera

El pianista mallorquín Magí Garcías inicia el Festival de Música Contemporánea “Nits de Libèl·lula” en el jardín de Can Prunera.

La magia de Magí Garcías llenó de música, sensibilidad y armonía el jardín de esculturas de Can Prunera. El pianista congregó a más de 130 personas que disfrutaron de obras de Schumann, Chopin, Brahms, Lizst y Debussy. Durante el concierto se pudo escuchar por primera vez en Mallorca, la composición de seis piezas para piano ––La vall de Juli–– que Magí Garcías creó inspirándose en Can Prunera y en la obra del pintor solleric Juli Ramis.

Durante el primer movimiento ––La vall dels Tarongers–– el misterio del valle de Sóller se nos desvela con sutileza gracias al vuelo perfecto y silencioso de una alondra. Posada sobre la mesa de piedra observa, curiosa, la vida a su alrededor. Luego alza el vuelo hacia las montañas de Alfàbia, convertida ahora en una historia por vivir. Los movimientos segundo y tercero nos llevaron a la intimidad de la escritura epistolar. Cartes des de Belfort y Pleyel, aúnan la poética de la espera, el lienzo en blanco que es la aventura de la vida y la sutil unión que produce la distancia, acortada, a veces, por el arpegio efímero del recuerdo. El piano Pleyel de la familia Magraner sigue viviendo en Can Prunera. Él recuerda el tiempo pasado, las notas que ha sido. Tal vez añore el día en el que fue árbol, madera y luego, piano. Sencillo y solemne, anciano y atemporal, nos hace evocar nostalgias y esperanzas de un tiempo lejano que no se ha ido del todo.

En los movimientos cuarto, quinto y sexto ––Libèl·lules ploren vidres, L’escala del carrer de la Lluna i Juli tot sol a la Sala dels Quadres–– la búsqueda de la luz es el leitmotiv. Esta se proyecta en las miradas de las libélulas, siempre misteriosas. De sus ojos cae una lágrima de cristal que asciende y desciende con levedad, acariciando la escalera de caracol del interior de Can Prunera. Su espiral nos atrae e hipnotiza. El placer es sublime.

Atento a toda la polifonía sensorial que brota de las manos de Magí está Juli Ramis. Su Autorretrato, ubicado en el centro del salón principal de la casa modernista, lo observa todo. Nada escapa a la atenta mirada de aquel hombre que buscó en los colores del mundo su particular destino. Música hecha pintura. Pintura hecha música. La perfecta sincronía de una amistad musical que cobró vida en el jardín de Can Prunera.

El día 26 de julio a las 20:00 Pere y Clara Fiol, padre e hija, ofrecerán un concierto en el jardín, brindando un repertorio de canciones populares en catalán que han sonado toda la vida en las casas de Mallorca. Lluís Llach, María del Mar Bonet, Serrat o Raimon se reconfiguran en manos de este dúo que nos transporta a ese tiempo, pero que está salpicado de presente y de nuevas miradas.

El día 23 de agosto a las 20:00 Adela Peraita, Paco Torres y Steve Withers recuperan uno de sus proyectos más fascinantes: Sterlin Plays Cohen. Con su reinterpretación de este legendario álbum, el trío retoma el proyecto que presentaron hace más de una década bajo el nombre Llum i Negre: un libro-disco y una gira que convirtieron cada velada en una experiencia irrepetible.

El día 20 de octubre Alanaire transformará su formación habitual para ofrecernos un idílico momento, fugaz y minimalista, en el jardín de Can Prunera. Laura Serra y Leire Corpas serán las protagonistas de esta experiencia única a través de los elaborados ritmos y sofisticadas armonías que visten los profundos temas de la banda. Así, nos regalarán su música en un sorprendente y poético formato.

En el mes de octubre, con fecha todavía por definir, Leire Corpas ofrecerá un concierto en el jardín de Can Prunera. Nos mostrará su primer proyecto como artista individual para el espacio mágico que es Can Prunera.

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