JARDÍN DE ESCULTURAS

UN ESPACIO PARA EL DESCANSO Y LA APRECIACIÓN DE LA BELLEZA

El tiempo es un gran escultor. Tal vez el mejor que existe. Así lo escribió Margueritte Yourcenar en sus ensayos sobre la belleza, la memoria y la literatura. También Séneca nos lo recuerda: no hay más tiempo que el ahora que todo lo esculpe. El jardín de Can Prunera es un lugar de reposo, calma y serenidad. Un espacio para el descanso y la apreciación de la belleza: un lugar para el cuidado del alma.

Las esculturas de Jaume Mir, Llorenç Rosselló, Enrique Broglia, José Seguiri, Juan Martínez Lax o José Luis Sánchez dan sentido a esta manera de vivir, ser y estar en el mundo. Una escultura, en su quietud, detiene el caos, la prisa y el ruido y nos invita a sentarnos, a paladear el momento y abandonarnos al dolce far niente, rodeados como estamos de montañas, árboles, pájaros y el murmullo del agua.

Puedes disfrutar de este espacio como cliente de la cafetería o vinoteca, aunque no tengas entrada general o visita guiada.