Museo

Can Prunera Museu Modernista está ubicado en una antigua casa de estilo modernista construido a comienzos del siglo XX. Formas sinuosas, animalísticas y naturales se combinan para dar la bienvenida al visitante, que recorrerá un museo que se ha convertido en una de las señas de identidad del pueblo de Sóller.

El visitante empezará el recorrido por las habitaciones de las plantas baja y principal, que conservan parte del mobiliario original: mesas, sillas, camas, armarios y vitrinas en los cuales es patente una gran riqueza decorativa. En estas mismas salas, podrá disfrutar de las pinturas y esculturas que se exhiben. En el segundo piso, se puede ver la muestra «Del Modernismo al siglo XXI», una colección de pintura que pertenece mayoritariamente a la Col·lecció d’Art Serra, y que en estos últimos años se ha ido enriqueciendo gracias a las donaciones de obras que, particulares y artistas, han hecho a la Fundació Tren de l’Art, entidad gestora de Can Prunera Museu Modernista.

En el sótano se encuentran las habitaciones conocidas popularmente con el nombre de botigues. Se trata de las antiguas dependencias que acogían una cocina económica, un depósito de aceite, una pica de lavar y un pozo, que todavía se pueden ver; un comedor para el servicio —donde actualmente se llevan a cabo exposiciones temporales— y los almacenes. Este último espacio comprende las salas dedicadas a Juli Ramis y se muestran obras de tres de las épocas más características de este pintor sollerense: pintura de juventud, época cubista y obra abstracta. En el jardín, el visitante podrá contemplar la fachada interior de la casa y disfrutar de la muestra de esculturas que se exhibe. Can Prunera Museu Modernista se inauguró día 24 de agosto de 2009, coincidiendo con las fiestas de San Bartolomé patrón de Sóller.

Desde entonces, han visitado este centro numerosas personas, incluidos muchos turistas, pero también un gran número de isleños despertados por la curiosidad para conocer una parte muy relevante de nuestro patrimonio cultural. Gracias a la magnífica restauración llevada a cabo entre 2006 y 2009, Can Prunera ha obtenido un gran reconocimiento y se ha convertido en un hito importante del modernismo isleño.